Durante un terremoto, los estudiantes y el personal se agacharán, se cubrirán y se sostendrán hasta que deje de temblar. Una vez que el temblor haya cesado, los maestros revisarán en su salón de clase a todos los estudiantes que estén heridos, evacuarán a todos al campo de atletismo, al patio de recreo o a otra área segura al aire libre en el plantel. La evacuación es necesaria después de un terremoto, debido a las réplicas y a que es posible que los edificios estén dañados. Cada maestro tiene un área designada para sus estudiantes, y se pasa lista de todos los estudiantes. Los equipos de los miembros del personal de la escuela llevan a cabo operaciones de búsqueda y rescate, primeros auxilios, y otras operaciones de desastre después de un terremoto. Las estaciones de las puertas de reunión y para recoger a los alumnos están establecidas en cada escuela para permitirles a los padres que se lleven a los estudiantes a su casa. Si ha habido daños de un terremoto en una escuela, a los estudiantes no se les permitirá volver a entrar a los edificios hasta que hayan sido inspeccionados por la Oficina de Salud y Seguridad Ambiental.